La buena nutrición dentro de un estilo de vida sano es parte fundamental del crecimiento de una Nación, estando vinculada durante toda la vida con el crecimiento, la educación y la salud.
Hay un interés creciente en el papel de todos los nutrientes y de todos los alimentos para lograr un óptimo bienestar físico y mental.
Es un nuevo desafío el enfrentar las consecuencias de problemas que coexisten en nuestro país y son de orígenes opuestos: el exceso y la carencia de alimentos. Cada día se hace más necesario políticas alimentarias lo suficientemente eficaces para mejorar la salud y reducir las muertes tempranas relacionada con la mala alimentación.
La epidemia de obesidad es mundial. En 2014, el 52% de las personas adultas tenían algún grado de exceso de peso según datos de la Organización Mundial de la Salud.
En la Argentina, 6 de cada 10 habitantes tienen sobrepeso. Entre los chicos, 3 o 4 de cada 10; la mayoría tiene, además, distintos grados de carencias en vitaminas y minerales. Y lo más grave es que las cifras aumentan año tras año dando justificación al 60% de las muertes anuales como consecuencia de enfermedades crónicas entre las que se encuentran el sobrepeso y la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes, las enfermedades coronarias y el colesterol elevado junto con la mala alimentación, la ingesta inadecuada de frutas y verduras y el sedentarismo que tienen gran parte de responsabilidad sobre esta situación.